lunes, 24 de enero de 2011

One Dot Enemies

Señores, hace tiempo que la Charrosfera traspasó los límites consoleros e invadió el mundo de los teléfonos móviles... ¡y se postró en el (odiado por muchos) iPhone de apple para quedarse!

Muchos son los juegos charros que han ido aterrizando en el teléfono de marras; hay algunos que tienen precios abusivos y otros, por el contrario, son completamente gratis como el ¡ONE DOT ENEMIES!

El juego consiste en quemar todo vuestro estrés a golpe de dedazo, unos malvados y muy diminutos enemigos... ¡lo peor de todo es que los muy condenados tienen el tamaño de un condenado pixel!Si os fijáis bien, hay cuatro puntitos alrededor de los cráneos, que aparecen cuando acertáis sobre un enemigo y este muere.

Todo esto es muy bonito, si, pero no se merecería del todo estar en el Charro Hall of Fame si no fuese por que el juego en su simpleza nos permite llevar la cuenta de bajas que hemos realizado
Los tiramos por el wáter y cuando el juego conecta a la red y nos muestra una contabilización de todos los enemigos que se han eliminado hasta la fecha entre todas las personas que tienen el juego... es cuando nos damos cuenta de que aun hay esperanza para la humanidad, porque no estamos solos.


¡Actualmente las fuerzas de resistencia terráqueas hemos eliminado aproximadamente unos 93093894 jodidos enemigos!, si tenéis un "ipone" y queréis probarlo, podéis comprarlo aquí... ¡la tierra os necesita!

Lo reconozco

Buenas tardes, CharroFans.

El motivo por el cual escribo esta entrada en el blog es porque necesito estar cómodo conmigo mismo, haciendo una confesión pública.

Reconozco que hace mucho tiempo que había decidido dejar el tema de las drogas, pero hace poco... concretamente unos dos días, el espectro de la tentación y el vicio llamó a la puerta de mi mente, no me pude resistir y me entregué de lleno a el.

Se que es un tema que solo uno pocos se atreven a reconocer en público por lo duro de la situación, y reconozco que... he vuelto a engancharme al Animal Crossing de la Nintendo DS.
¡No me mireis!, ¡soy un monstruo!...... ¡ya tengo la pala dorada!.