Y con refilón nos referimos a que el mismo juego diez años antes abría sido un exitazo del quince. En el 2006 fue un fiasco, pero un fiasco Made in Nintendo. Funcionamiento de un fiasco Made in Nintendo:
Hacemos un juego basado en una buena idea pero en el que sólo hemos invertido 1 ¥. Si no triunfa da igual, lo metemos en el cajón y con los años haremos una nueva versión. Así sucesivamente hasta que triunfa o crea una base de seguidores ciegos que nos deja € = 2x¥Para eso estamos los gilipollas cómo nosotros, para cogerle cariño a la niña del taladro. Porque estamos hablando simplemente de un grandísimo juego de plataformas a la antigua usanza, de esos nunca superados desde Yoshi's Island. Un juego en el que manejamos una niña que sólo salta o taladra, pero que cada una de las marchas del taladro hace que el cartucho vibre cada vez más. Y es que al obtener la tercera marcha la música cambia a una super chachi y sólo dan ganas de destrozar cosas: atentos a la transformación poco después de un minuto de vídeo. Destrozar... noble motivo cuando el juego es de colorines.
¡Qué maravillosa pestucia a principio de los años 90! ¡Esa música que parece que proviene de la salida de auriculares del frontal de la Mega Drive! ¡Esos secretos escondidos en las paredes! ¡Esos enemigos plagiados de Mega Man! Todo esto tiene una explicación freudiana: el juego es de Game Freak, compañía creadora de Pokemon. Desde el año 1996 no hacían nada más que juegos de Pokemon y tendrían la idea en la cabeza hasta que la hornearon. La hornearon tarde.
Tarde para el mercado, no para este blog. Regocijaos, ya que la protagonista aparecerá en Super Smash Bros. Brawl. 1st gear, 2nd gear, 3rd gear, ¡charrrrrrrrrrrro!
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